DÍA 19. HOY NO ES UN BUEN DÍA

Pues sí, hoy es un mal día. No por nada en especial, sino porque el cansancio se me acumula, y si le añades mi falta de esperanza en un futuro mejor, pues acabo quedándome exactamente en el punto en el que estoy, con unas ganas tremendas de echarme en el sofá con la manta y que el mundo completo se olvide de mí.

¿El trabajo? Sí, soy una súper afortunada por tenerlo (hasta sólo Dios sabe cuándo), pero entre el madrugón y la pérdida de tiempo, de verdad que los minutos se me pasan como horas, cosa que me agota aún más.

¿La oposición? ¿Tú has visto la cantidad de temario? Ando ahora mismo entre anonadada y en estado de negación, porque después de tooooodo lo que yo he estudiado en mi vida, ¿por qué narices tengo que estudiar más? Madre mía, es un no acabar. Estoy ahora mismo que, si veo apuntes, se me revuelven las tripas.

¿El embarazo? Pues la verdad es que muy bien, pero estoy destruida, me gustaría que me mandaran ya al paro, para poder comenzar a echar mi tiempo en algo útil (opositar y descansar) y efectivo.

Mientras, vendo mis horas, a 7.80€/hora. Cada hora que paso aquí sentada, entran 7.80€ en mi bolsillo. Es así como debo verlo. Con paga extra incluida. Espera, a ver cómo sale sin paga extra. A 6.70€/hora.

Me faltan 3 euros para salir de aquí.